sábado, 4 de abril de 2009

AVENTURA DE LA PALABRA HABLADA Y ESCRITA A TRAVÉS DE LA HISTORIA

LENGUAS SAGRADAS

Con las grandes dominaciones egipcias, acadias, asirias y babilónicas, todos estos dialectos semíticos se fueron fusionando en una lengua imperial: el arameo. Durante la construcción de la Torre de Babel, por primera vez en la historia el hombre se ve obligado a un poliglotismo universal.

Ambos grupos, el indoario-indoeuropeo procedente de las estepas caucásicas del norte del Mar Negro, y las lenguas semíticas de todo el Oriente Medio, son lenguas sagradas, como sagrado es el Verbo Creador. La más antigua historia del Diluvio Universal mesopotámico y su héroe Gilgamesh, que tenía tres partes de divino y una de humano, se narra por escrito en las tablillas de Nínive, la capital de Asiria. De ella se hacen varias versiones en dialectos arameos: acadio, asirio y babilónico.

Templos y estelas grabadas nos cuentan el culto a sus dioses, las victorias de sus reyes, las derrotas de sus enemigos. Los arqueólogos de nuestros días siguen descubriendo litotecas de innumerables tablillas de barro cocido, grabadas con estiletes de caña, en Jericó, Biblos, Ugarit y Persépolis. Ya en 3.200 antes de nuestra era, jeroglíficos egipcios en la pirámide de Saqqara mencionan a la diosa de la escritura y del libro, Seshat. El más antiguo monumento sumerio grabado en piedra es la estela de los Buitres de 2.400 a. En 1700 a., el rey semita Hammurabi nos lega en piedra su código legislativo y moral, que incluye la justa ley del Talión, vigente hasta la ley cristiana del amor y del perdón.

Desde 2.500, las lenguas indoarias dravídicas e indoeuropeas del sánscrito de la India, cuentan con el Rig Veda y los Upanishad; el Kamasutra o comportamiento sexual en la unión divina, el Ramayana de la doctrina religiosa, y los mitos y leyendas recogidos en el Puranas, los poemas épicos del Mahabharata, la obra más extensa, que con 150.000 versos supera la Ilíada y la Odisea y aún la Biblia, con tipos de letra hindú y brahmi usadas en el sánscrito.

Antes del Nuevo Imperio egipcio del primer monoteísta de la historia, Akenaton, esa civilización nos lega El libro de los Muertos. Expulsados del Sinaí más o menos en la misma época, 1.500 años a., los hebreos habían asimilado la cultura de los faraones, a quienes habían servido en puestos de importancia, y cuyo ambicionado trono estuvieron muy cerca de heredar. Empiezan entonces a escribir su historia, que es la de los grandes imperios que los rodean y someten. Con todas sus deficiencias, la mejor historia de la Antigüedad, en arameo, ya evolucionado del acadio original, lengua semítica imperial hablada desde Anatolia al Golfo Pérsico y África nororiental. El arameo que hablaban Jesucristo y los primeros cristianos, que todavía conservan como lengua litúrgica pequeños grupos de iglesias cristianas en Siria y Mosul.