sábado, 20 de junio de 2009

EL ATRIBUTO HUMANO MÁS CERCANO A LA DIVINIDAD

MÚSICA CRISTIANA

San Pedro (yo no lo consideraría precisamente un musicólogo) trae a Roma las melodías religiosas de tradición hebrea: salmos himnos alabanzas aleluyas y amén, que junto al estilo arquitectónico paleocristiano se van a extender por toda Europa.

En el ocaso del Imperio romano, San Ambrosio de Milán y San Agustín de Hipona dan un gran impulso a la música litúrgica. Se dice que San Agustín sentía remordimientos de pecado por el placer que ésta le producía. Yo, en cambio, pienso que mi misticismo infantil era efecto de ella.

La más antigua anotación musical que se conserva data del siglo IV a. Boecio escribe un tratado musical con notas en escalas y letra en griego, correspondiente a su época. En el siglo VI el papa San Gregorio Magno recoge el canto llano en una música imperecedera que va a cantar todo el imperio de Carlomagno.

Un amigo mío, gran conocedor de toda clase de música culta, incluido el flamenco, sin ser español, dudaba de mi ateismo, dada mi afición por la música religiosa. Esa dicotomía aun pervive en mí. Aunque las largas recitaciones me aburren. Detesto los histrionismos histéricos de sopranos y la prepotencia de tenores, así como muchos repetitivos motetes y misas pueblerinas que no llegan a desplegar de cierta ramplonería de misa dominical, sin alcanzar el ascetismo de otras.

En la España musulmana los mozárabes cristianos practicaban una música religiosa arabizada, tanto como los instrumentos en uso: el rabel, precursor del violín, y el laúd y la vihuela, precursores de la guitarra. Muchos de estos instrumentos, liras, trompetas, triángulos, son reproducidos en archivoltas y frontispicios de catedrales en toda Europa, que había aceptado su simbiosis hebraico-cristiana desde el Paraíso Terrenal, situado en la lejana Mesopotamia. Y parte de ella ya musulmana, excepcionalmente España, se dejan también simbiotizar en ciencias arquitectura literatura poesía y música.

En 1076, Alfonso VI, emparentado con el papa borgoñón, adopta el rito romano. La música mozárabe es sustituida, siendo conservada por privilegio sólo en la catedral de Toledo. Ocasionalmente se celebraban misas mozárabes en algún que otro monasterio de los muchos por ellos construidos, tan bien conservados, a los que puede acudir el público. Yo nunca tuve la oportunidad. El Tamtum Ergo es de origen mozárabe.

Juglares y trovadores que han vuelto de Tierra Santa, donde han acompañado a príncipes cristianos, proliferan en el viejo continente con una música profana, cantos de amor cortés. Influidos por la literatura y la poesía escrita en caracteres árabes, a lo que tanto debe la caligrafía gótica practicada en monasterios, en traducciones y códigos ilustrados con miniaturas persas. En la Misión de Carmel, Primada de California, en vitrinas acristaladas se conservan libros de música en latín, que los indios cantaban e ilustraban, enseñados por franciscanos españoles.

En el siglo XVI, transición de la música antigua a la barroca, Palestrina, Arcángelo Corelli, Alessandro y Doménico Scarlatti, padre e hijo. escriben una música a la que con la añadidura instrumental podríamos llamar gregoriano florido.